Denúncielos!!!!
VIOLENCIA FAMILIAR
VIOLENCIA FAMILIAR ¿DÓNDE ESTA DISPONIBLE LA AYUDA? @ Servicio
de Asistencia a la Víctima, Ministerio Público, Alvarado 697. Teléfono:
4216779. de 8.00 a 21.00 y de 22.00 a 4.00 hs. @ Consejería
FUNDADES. Lunes 18 a 20 hs. Martes 17.30 a 20hs. Miércoles 16 a 19hs. @ Centro de
Operaciones Policiales COP. Teléfono: 101. @ Para una
intervención inmediata, dirigirse a la Fiscalía Penal de turno ubicada en
Alvarado y peatonal Alberdi y realizar allí la denuncia. |
INSTRUCCIONES PARA MUJERES EN SITUACIÓN DE
VIOLENCIA El
hombre que golpea o maltrata a su mujer aprendió su conducta antes de
conocerla a ella. La
mujer golpeada o maltratada es víctima de un delito. Cuente
el problema a la mayor cantidad de personas posibles: amigos, vecinos,
familiares, etc.. Ellos pueden protegerla y pedir ayuda. La
violencia conyugal no desaparece ni cambia: cada vez los episodios son más
frecuentes y más graves. Manténgase alerta. No lo escuche. No ceda ante la
seducción ni ante las presiones económicas. No muestre miedo (aunque lo
sienta). Aléjese
de la violencia. Vaya a un lugar seguro. Si
puede salir vaya a la comisaría. O sino, abra las ventanas y ¡grite!. Registre
todos los datos de testigos o denuncias que haya efectuado previamente. Guarde
las pruebas de la violencia u otros datos que le puedan servir más adelante.
No tema perder a sus hijos, explíqueles la situación. Tómese
fotos cuando tenga marcas de golpes. Entable acciones legales. Guarde
sus documentos personales en un lugar seguro, si es necesario, fuera de su
casa. Busque
ayuda jurídica y psicológica. Busque la oportunidad de conversar sobre sus
problemas con grupos de autoayuda mutua. El
gas paralizador permite veinte minutos para pedir ayuda y se vende en
comercios de pesca. No
lo deje entrar a la casa, bajo ninguna excusa. No lo justifique, puede ser el
primer paso en la claudicación. Esté
alerta frente a los frecuentes imprevistos de accionar del violento. No
responda a llamadas telefónicas. Cambie las cerraduras de las puertas. En
caso de "exclusión del hogar", pida en el Juzgado protección para
la mujer y los hijos. No
escuche a las personas que intentan acercarla a su marido. Pida
ayuda a su familia, amigos/as, vecinos/as, sola le será muy difícil salir de
esa situación. Una
vez separada no se quede sola con sus hijos, busque compañía permanente de un
familiar o amigo/a. Continúe con apoyo psicológico, es muy importante para
sostener la decisión. Explique
o haga explicar con algún familiar la situación a los maestros/as de sus
hijos/as para que puedan comprenderlos y apoyarlos. |
COMO AYUDAR. LA VIOLENCIA NO ES PRIVADA. Si
escuchan golpes o gritos en el departamento o la casa de al lado no hay que
pensar que es un "tema privado". En el caso de que haya menores en
riesgo, los parientes, vecinos, maestros, médicos o testigos, tienen la
obligación de denunciar, no sea cómplice, por omisión. Cuando
se trata de una pareja de vecinos en situación de violencia física, cualquier
intervención sirva para ayudar, como tocar el timbre y preguntar si alguien
necesita ayuda. El agresor podrá tener una reacción verbal violenta, o
incluso la misma víctima podrá defender a su agresor, pero la violencia
cesará o disminuirá. También
se puede llamar a la Policía y denunciar "violencia doméstica" o
"escándalo". Estas denuncias pueden hacerse de forma anónima por
teléfono. Y después recurrir a alguna ONG especializada para asesorarse mejor
sobre cómo ayudar. En
los barrios carenciados es frecuente que las vecinas comiencen a gritar
"fuego" o golpeen cacerolas para llamar la atención. Aún
a riesgo de ofender a la mujer golpeada, hay que encontrar el momento para
decirle que nadie tiene derecho de pegarle. Esto que parece obvio, es de gran
ayuda. |
ESTA USTED EN UNA RELACION ABUSIVA? Lo
siguiente es una lista de algunas de las características comunes en una
relación abusiva. @ ¿Su pareja
continuamente critica la ropa que usted usa, lo que usted dice, como usted actúa
y como se ve su presencia? @ ¿Su pareja
le insulta y le llama con nombres degradantes? @ ¿La
desautoriza y humilla ante sus hijos? @ ¿Usted
siente que no importa lo que haga, la culpa siempre será suya? @ ¿Cuándo usted
llega tarde a su casa, su pareja la atormenta preguntándole dónde estaba y
con quien andaba? @ ¿Es tan
celosa su pareja que usted siempre es acusada de tener relaciones ilícitas? @ ¿Su pareja
la ha amenazado con golpearla a usted, o a los niños si usted lo deja? @ ¿Su pareja
la fuerza a tener relaciones sexuales aunque usted no quiera? @ ¿La amenazó
su pareja con golpearla? @ ¿Su pareja
le empujó o cacheteó alguna vez? |
GUIA PARA JÓVENES "VIOLENCIA EN EL NOVIAZGO Signos
de alarma que pueden desembocar en una situación de maltrato: @ ¿Sentís
miedo a sus reacciones? @ ¿Te animás
a decir lo que pensás? @ ¿Te acusa
de estar, salir o coquetear con otros hombres? @ Aunque sea
una sola vez, ¿te empujó, te retorció el brazo, te gritó, te pegó? @ ¿Te
desvaloriza, te insulta, te descalifica? @ ¿Sospecha
de vos si le pedís que usen preservativo? @ ¿Amenaza
con dejarte? @ ¿Te obliga
a hacer cosas que no querés? @ ¿Te dice
que tus amigas o familiares "te llenan la cabeza en contra de él"? @ ¿Te acusa de
vestirte y maquillarte provocativamente? @ ¿Quiere
estar permanentemente con vos? @ ¿Te separa
de tus amigos y amigas, de tu familia? @ Cuando se
pelean, te persigue obsesivamente? Entre
los adolescentes es muy frecuente también el maltrato emocional, cuyos
indicadores son en general, amenazas con cortar la relación, acusaciones,
descalificaciones o celos excesivos. En estos casos el problema puede ser más
difícil de resolver porque al no haber golpe físico, las chicas ni siquiera
se percatan de que están viviendo una relación violenta y muchas perciben
esas conductas como indicadores de cariño. |
¿Cómo saber si nuestro pequeño hijo está siendo agredido? Todos sabemos que la vida es difícil. En estos tiempos, un
espacio antes muy protegido, el de la infancia, se presenta también como un
mundo complejo y vulnerable. ¿ Hasta dónde podemos hablar, hoy en día, de una
infancia feliz o de un tiempo amenazado por duras realidades?. Médicos, psicólogos, sociólogos y educadores coincidimos en un
punto: los “mitos de la infancia” han caído en gran parte. La pretendida
infancia sin conflictos, en rigor, jamás existió. No existen los padres ni
los hijos ni las personas perfectas. Los adultos hablan y se muestran delante de los niños sin
cuidados especiales más a menudo de lo que se cree. La radio también extiende
sus mensajes. El colegio se inicia más temprano y ya no se piensa que la
maestra jardinera tenga el exclusivo “rol” de segunda mamá. La infancia es,
de todas formas, un tiempo en que ser feliz es más fácil que en otros
momentos de la vida. Si por felicidad entendemos, sincera alegría,
despreocupación, juegos y cariño. Los conflictos en todo caso, no aparentan
tan graves. Las enfermedades de la infancia, para millares de niños son un
problema controlado por la vacunación y la medicina preventiva...y,
naturalmente, por la atención pediátrica. |
Miedos y Sospechas La comunicación masiva ha generado una enorme cantidad de
información a nivel popular. Así se han hecho comunes, algunos conceptos que
antes eran de dominio profesional solamente. Se habla con toda comodidad de la “angustia del 8vo.mes”, de la
importancia de la lactancia materna, del complejo de Edipo, de las
dificultades del entendimiento en la pareja, del control de la natalidad y de
ciertas enfermedades de nombre antes impronunciable. Este es el lado bueno.
Como contrapartida muchas personas se sienten inclinadas a actuar o hablar
como expertos acerca de cuestiones que sólo conocen en la superficie. Muchas veces la intervención de “entendidos” no sólo no resulta
favorable sino que puede atraer problemas aunque ésta no haya sino la intención
de quienes opinan. La incertidumbre tolerable es una señal correcta que, por
lo general, nos empuja a buscar ayuda y sería muy conveniente que la
inquietud fuera colocada en el momento oportuno, en el lugar adecuado y con
personas debidamente preparadas para responder.
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Padres alertas y tranquilos Los niños pequeños presentan síntomas más evidentes que los
niños mayores y los adultos. Los padres pueden descubrir estos síntomas de malestar o
angustia sin grandes dificultades, si están acostumbrados a observar a sus
hijos y a conversar con ellos desde chiquitos. Si se sospecha de una experiencia negativa que pudiera
significar un hecho agresivo ejercido por terceros en ausencia de los padres,
debe actuarse serenamente sabiendo que hay posibilidades y tiempo para
impedir el daño y realizar la reparación necesaria. |
Para preocuparse Si los niños dejan de sonreír o jugar. Si los pequeños hablaban y dejan de hacerlo. Si los niños pegan a sus muñecos, los arrojan a la basura o
tratan de quemarlos. Si el niño o niña se esconde detrás de cortinas o bajo mesas y
se niega a salir. La aparición de marcas o hematomas “inexplicables”. Si se encuentran avergonzados sin causa aparente. Si el sueño deja de ser placentero y les cuesta mucho
conciliarlo. Si los chicos hablan en voz muy baja, como diciendo “secretos”
mucho más frecuentemente que de costumbre. Si aparecen gestos que no se “comprenden” o “tics” en la
comunicación corriente, sin mediar ninguna situación angustiante o que
provoque miedo. |
Qué hacer? Insistir con la explicitación de “nada hay tan malo o tan feo”
que no puedas contarlo a papá o mamá. Hablar con los niños sobre la confianza que debe existir entre
la familia. Verbalmente y a través de los gestos, asegurar a los niños que
sus padres están dispuestos a brindarles siempre protección y cuidado. Mostrar ante los hijos, gestos de cariño y protección, entre
papá y mamá. Observar la conducta de los pequeños con las personas que los
cuidan. Hablar con las personas que cuidan a los niños delante de
ellos. Preguntar cuál es el comportamiento, si se le han hecho
correcciones o se ha aplicado algún “castigo” o sanción. Volver a casa a horas poco habituales, visitar el Jardín de
Infantes sin aviso previo. Ante cualquier sospecha, no interrogar al niño en forma
directa. Recordar que los niños fantasean y que el límite entre verdad y
mentira no es claro en la primera infancia. Si la conducta de los niños persiste, consultar con el médico
pediatra. El sabrá indicar si es necesaria una consulta psicológica. |